jueves, 11 de febrero de 2010

King Kong (2005

King Kong (2005). Dirigida por: Peter Jackson

¿Puede considerarse irónico que un film que postule presentarle a la audiencia la 8va maravilla del mundo diste tanto de serlo? No, sí su director carece de un norte fijo que le sirva de brújula para narrar su historia. Y es que Peter Jackson nunca supo armonizar un film de aventura, romance y drama emocional en una sola entidad donde confluyeran estos matices de forma fluida y coherente.

Durante el film --y tras finalizar observándolo-- el espectador no puede más que mostrarse dubitativo acerca de qué, exactamente, está presenciando. ¿Acaso es la historia del ambicioso productor de cine que el prólogo (¡la 1era hora de metraje!) parecería anticipar? ¿Será, más bien, el romance que comienza a ser insinuado tras este segmento inicial? De ser así, ¿por qué éste es tan superficialmente tratado? Tal vez sea que el film es, más bien, una historia de aventura, como lo haría suponer la 2da hora de la proyección. O, aventurará el espectador más indagador, será su propósito el mostrar cómo la humanidad yace más allá de las apariencias y quien superficialmente es mostrado como la "bestia" puede desplegar características "humanas" (como la capacidad de amar --en una de sus diferentes acepciones-- y dar todo por ese amor) más allá que aquellos que nuestra sociedad asciende al pedestal destinado para los "héroes"?

Si el propósito es este último, la potencia de su mensaje se diluye entre las innumerables secuencias de efectos especiales que, si bien son en sí mismas impresionantes, absorben demasiado tiempo de pantalla, sustrayéndole ritmo a la historia en lugar de apoyarla. A su vez, se confunde qué es el findel film con el medio para alcanzarlo. ¿Acaso era necesario tanto énfasis en el personaje secundario que tomaba la iniciativa de viajar a la misteriosa isla donde encontrarían al famoso gorila? ¿Era crítico para transmitir el mensaje de la obra el dedicar su segundo segmento a una aventura en la jungla donde lo único relevante para la historia se logró en 2 secuencias de escenas: La maravillosamente lograda empatía entre la bestia y mujer, apoyada en una convincente actuación de la despampanante Naomi Watts, y la lucha real entre los tiranousarios rex y King Kong (ambos Rex y King significan rey; el 1ero en latín, el 2do en inglés). De haber prescindídose del abundante material superfluo intercalado a lo largo de las 3 horas de película, probablemente se hubiese apoyado con mayor claridad el eje verdadero del film: La pec.uliar relación simio / mujer y sus correspondientes implicaciones.

En fin, fácilmente se pudo haber obtenido 2 filmes de esta película. Uno típico de aventura / romance y otro más dramático en la línea de "Frankenstein". Dado que aparentemente el objetivo era el 2do, el film se hubiera ampliamente beneficiado con un guion que abreviara el prólogo a la historia, prescindiera de escenas de acción que no agregaban valor narrativo, y se hubiera enfocado más en desarrollar la interrogante: De haber estado la audiencia en el papel de Ann Darrow, ¿a quién hubiera amado más (entendiéndose que se trata de 2 aristas distintas del término "amor" ), a la carismática "bestia" víctima de las tergiversaciones y oportunismo del villano (Carl, el productor de cine) o al valiente y sensible humano por quien aparentemente latía su corazón (porque nunca se demostró con suficiente detalle la magnitud de este amor ni el cómo se desarolló)?

Lastimosamente, una oportunidad desperdiciada por Peter Jackson. Si bien hay que reconocer los increíbles efectos visuales (¡que a veces hasta inducían vértigo en el espectador!) y lo bien logradas de las 2 escenas claves del film (simio y mujer en la jungla; simio y mujer en la ciudad), la adolencia de un enfoque claro acerca de lo que se quería realmente contar creó una escisión en la línea narrativa del film, aumentando su metraje más allá del conducente a mantener la expectativa despierta y desviando el curso de la historia por derroteros ajenos a lo que pretendía exponer.

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